Albóndigas en Salsa de la Abuela

by Shinee
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1. Historia y origen del plato

Las albóndigas en salsa son uno de los platos más representativos de la cocina tradicional casera. Su origen se remonta a la influencia árabe en la península ibérica, donde ya se preparaban bolas de carne condimentada conocidas como al-bunduq. Con el paso de los siglos, esta receta fue adoptada y transformada por las cocinas europeas, especialmente la española, convirtiéndose en un símbolo del recetario familiar.

La llamada “salsa de la abuela” no responde a una fórmula exacta, sino a una idea: una salsa hecha con paciencia, ingredientes sencillos y mucho cariño. Cada familia tiene su versión, transmitida de generación en generación, con pequeñas variaciones en verduras, especias o textura. Lo que todas comparten es su carácter reconfortante, su aroma profundo y esa capacidad única de devolvernos a la infancia con solo probar una cucharada.

Este plato representa la cocina de fuego lento, de guisos que esperan, de comidas que reúnen a la familia alrededor de la mesa. Es un ejemplo perfecto de cómo la tradición sigue viva a través de recetas que nunca pasan de moda.


2. Ingredientes completos (con cantidades reales)

(Para 4–5 porciones)

Para las albóndigas

  • 600 g de carne picada (mezcla de ternera y cerdo)
  • 1 huevo
  • 2 dientes de ajo picados
  • 2 cucharadas de pan rallado
  • 3 cucharadas de leche
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de pimienta
  • 1 cucharadita de perejil picado
  • Harina para rebozar
  • Aceite para freír

Para la salsa de la abuela

  • 1 cebolla grande picada
  • 1 zanahoria grande picada
  • 1 pimiento verde pequeño picado
  • 2 dientes de ajo
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharada de harina
  • 100 ml de vino blanco
  • 500 ml de caldo de carne
  • 1 hoja de laurel
  • Sal y pimienta al gusto

3. Preparación paso a paso muy detallada

Paso 1: Preparar la mezcla de carne

  1. En un bol grande mezcla la carne picada con el huevo, el ajo, el pan rallado, la leche, la sal, la pimienta y el perejil.
  2. Mezcla bien hasta obtener una masa homogénea, pero sin amasar en exceso para evitar que queden duras.
  3. Deja reposar la mezcla 10 minutos para que se integren los sabores.

Paso 2: Formar y sellar las albóndigas

  1. Forma albóndigas del tamaño de una nuez grande.
  2. Pásalas ligeramente por harina.
  3. Fríelas en aceite caliente solo hasta que estén doradas por fuera, sin cocinarlas completamente.
  4. Retira y reserva sobre papel absorbente.

Paso 3: Preparar la base de la salsa

  1. En una cazuela amplia, añade el aceite de oliva.
  2. Sofríe la cebolla, el ajo, el pimiento y la zanahoria a fuego medio durante 8–10 minutos, hasta que estén bien pochados.
  3. Añade la cucharada de harina y cocina 1 minuto removiendo.

Paso 4: Elaborar la salsa

  1. Vierte el vino blanco y deja reducir 2 minutos.
  2. Añade el caldo de carne caliente y la hoja de laurel.
  3. Cocina 10 minutos a fuego suave.
  4. Tritura la salsa si deseas una textura fina y homogénea.

Paso 5: Cocinar las albóndigas en la salsa

  1. Incorpora las albóndigas a la salsa.
  2. Cocina a fuego bajo durante 20–25 minutos, moviendo la cazuela suavemente.
  3. Ajusta de sal y pimienta al final.

4. Resultados y presentación final

Las albóndigas quedan tiernas, jugosas y perfectamente impregnadas de una salsa espesa, aromática y profundamente sabrosa. La salsa tiene un color cálido y una textura sedosa que envuelve cada bocado, recordando a los guisos de antaño.

Servidas en cazuela de barro o en plato hondo, acompañadas de patatas fritas, arroz blanco o pan, ofrecen una presentación sencilla pero muy apetecible. Es un plato que invita a comer despacio y a disfrutar cada cucharada.


5. Sustituciones o variantes posibles

  • Usar solo carne de ternera para un sabor más suave.
  • Añadir guisantes o champiñones a la salsa.
  • Sustituir el vino por caldo adicional.
  • Preparar albóndigas de pollo o pavo.
  • Para versión sin gluten: usar pan rallado sin gluten y harina apta.

6. Consejos de conservación y congelación

  • Refrigeración: se conservan hasta 3 días en recipiente hermético.
  • Congelación: perfectas para congelar hasta 2 meses.
  • Descongelar lentamente en refrigerador.
  • Recalentar a fuego bajo para mantener la textura de la salsa.

7. Tabla nutricional real por porción

ConceptoCantidad
Calorías398 kcal
Grasas24 g
Proteínas32 g
Carbohidratos10 g
Azúcares3 g
Sodio680 mg
Fibra1.8 g

8. Preguntas frecuentes (FAQS)

¿Por qué mis albóndigas quedan duras?
Por exceso de amasado o cocción demasiado larga.

¿Es obligatorio freírlas antes?
No, pero sellarlas mejora sabor y textura.

¿Se puede hacer la salsa sin triturar?
Sí, queda más rústica y tradicional.

¿Mejoran de un día para otro?
Sí, el reposo intensifica el sabor.


9. Tips del chef

  • La leche en la carne aporta jugosidad.
  • No remuevas con cuchara; mueve la cazuela para no romper las albóndigas.
  • Triturar la salsa es opcional, pero aporta un acabado más fino.
  • Un reposo final de 10 minutos mejora notablemente el resultado.

10. Reflexión final con tono cálido y emocional

Las albóndigas en salsa de la abuela son mucho más que un plato: son un recuerdo, una herencia y una forma de cariño servida en la mesa. Cada paso de esta receta habla de tiempo, de paciencia y de cuidado, de esa cocina que no busca impresionar sino reconfortar.

Prepararlas es volver a casa, aunque estemos lejos. Es reproducir sabores que nos acompañaron desde pequeños y que siguen teniendo el poder de reunir a todos alrededor del plato. Porque hay recetas que alimentan el cuerpo, y otras, como esta, que también alimentan el alma.

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